La privación sensorial es una práctica común dentro del BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo) que involucra la restricción o eliminación de uno o más sentidos con el fin de intensificar la experiencia y el juego de roles entre la persona Dominante y la persona sumisa.
Uso el BDSM como una herramienta para liberar emociones no expresadas almacenadas dentro del cuerpo. Como resultado, crea una reacción en cascada y efecto bola de nieve en el bienestar, la salud fisiológica y psicológica del individuo.
¿ Por qué usar la privación sensorial en Bdsm?
Esta técnica puede implicar la privación de la vista, el oído, el gusto, el olfato o el tacto, y puede llevarse a cabo de diversas formas para lograr una estimulación única. Como Dómina, es una de las prácticas que más disfruto. Ver a la persona sumisa con la incertidumbre de no saber qué ocurre o qué planeo, recorre en mi piel un hormigueo de excitación.
Una de las formas más comunes de privación sensorial es el uso de una venda en los ojos, lo que priva a la persona con rol sumiso de su sentido de la vista.
Al eliminar la capacidad de ver, se crea un ambiente de misterio y vulnerabilidad. Para mí como Dominatrix, esto me otorga un mayor control sobre la situación y la capacidad de jugar con la anticipación y la sorpresa.
Al no poder ver, la persona sumisa se ve obligada a confiar plenamente en Mí, lo que genera un sentido de entrega y sumisión más profundo, consiguiendo así que sea más dócil.
Además de la venda en los ojos, existen otras técnicas de privación sensorial que empleo. Por ejemplo, el uso de tapones para los oídos y de cascos elimina el sentido del oído, sumergiendo al sumiso en un silencio inquietante. Esto crea una atmósfera de suspense y aumentar la concentración en otras sensaciones, como el tacto y el gusto.
La anulación del ruido externo, incrementa el enfoque en el aquí y ahora, en el estar de mente y cuerpo presente en lo que ocurre en la sesión, para sacar partido al máximo de la sublime experiencia BDSM.
¿Qué ocurre desde el punto de vista de la persona dominante? Al llevar a cabo la privación sensorial, Yo experimento una mezcla de emociones y sensaciones.
En primer lugar, siento un poder y control significativos sobre la experiencia de la persona sumisa. Al restringir o eliminar ciertos sentidos, decido cómo y cuándo se liberará la estimulación, permitiéndome ahondar y explorar totalmente el estado de sumisión del otro.
Además, experimento una sensación de excitación y anticipación al observar la reacción del sumiso ante la privación sensorial. Al eliminar ciertos estímulos, se crea un espacio para que el sumiso explore nuevas formas de percepción y experimente una mayor intensidad sensorial.
Momificación
El mayor nivel de privación sensorial es el que obtendríamos a través de la práctica de la momificación. Habitualmente se emplea plástico film de embalar, pero también látex (por ejemplo con una «vacuum bed», un traje catsuit completo de pies a cabeza, etc.), también el uso de máscaras y trajes completos de cuero, etc. Se puede llevar a la total privación de sentidos y de movimiento, haciendo así que la experiencia alcance otro nivel.
Esto genera un juego psicológico y emocional fascinante para ambas partes.
Para una verdadera Mistress, el placer de tener a un sumiso completamente expuesto, mostrándole la vulnerabilidad de su ser, es garantía de una sesión placentera.
La práctica de la privación sensorial en el contexto del BDSM debe llevarse a cabo de manera segura, consensuada y dentro de los límites establecidos previamente entre la Dominatrix y la persona sumisa.
La comunicación clara y el respeto mutuo son fundamentales para garantizar una experiencia placentera y segura para ambas partes.
En conclusión, la privación sensorial es una práctica fascinante dentro del BDSM que puede generar un intenso juego de roles y una mayor conexión entre la Dominatrix y el sumiso.
A través de la eliminación o restricción de los sentidos, se crea un espacio para la exploración, la entrega y la amplificación de sensaciones, generando una experiencia única y poderosa en el ámbito de la dominación y la sumisión.
Excelente articulo de suma delicadeza Mistress. Una de mis mayores satisfacciones como sumisa es ver la cara de satisfacción de la Ama mientras nos aplica practicas. Personalmente encuentro muy excitante la privación sensorial en el sentido de estar bien inmovolizada, con privación de voz y de respiración. De todas formas para mi es fundamental mantener el contacto visual con la Mistress el mayor tiempo posible para apreciar su mirada de satisfacción cuando vé en mí la expresión que deseaba ver, es la anestesia que lo puede todo. Si no es posible el sentido de la vista, el del oido es una gran alternativa : aquellos tacones que se acercan, aquellos azotes que resuenan y aquellas risas y comentarios que le dan sentido al todo.